Colibrí


MI hija llegó de un mar que tienen por dentro las mujeres. Salvada de un naufragio, llegó con espasmos de ahogo, buscando el aire en la orilla de la playa. Era ya una sobreviviente, como todos los que al llegar logramos el milagro de una bocanada.
Mi hija al nacer parecía un pequeño barco construido en una botella. Había que tener dedos de viento para asirla y dejarle las velas intactas. Ahora se ríe cada vez que recuerda a lo que vino. Ella sabe en lo que se está convirtiendo cada mañana. Ya ejercita el batir de sus alas.
Mi hija es cada vez más un colibrí. Pronto estará volando sonriente por las habitaciones.
                                                                                          

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